Hoy tengo unas ganas terribles de volver a mi infancia. Es fácil aferrarse al pasado porque o te trauma o te gusta tanto que no lo quieres dejar ir. De todas las etapas de mi vida, la niñez (hasta los 11 años) sigue siendo la mejor. La prepa tiene un muy buen lugar, pero aún no sé si desbanque a mi fabulosa primaria.
Cuando era pequeña todas mis respuestas eran sipirili y noporolo. Mi idolo era la maestra Jimena versión Magallanes. Mi mejor amigo era un perro llamado Fluppy. Mi ropa favorita eran unos jeans y una playera de Fossi, el oso de los muppets baby. Comer hamburguesa, pizza y macaroni & cheese era lo mejor que me pudiera psar en el día y además, se me hacía una comida gourmet. Rompía casi todo lo que me ponía por estar de Verito Jones, pero no me importaba andar por ahí con los pantalones rotos o parchados y tampoco me preocupaba que no fueran repuestos algún día, por mis padres.
Contrario a lo que pasa con ir a la oficina, ir a la escuela me gustaba. Como toda niña normal odiaba despertarme temprano y cuando lo hacía mi primer pensamiento era: no quiero ir a la escuela. Pero al llegar a la puerta me despedía con prisa de mi mamá y corría adentro con una urgencia inusual para ver a mis amigos. Quería platicarles la película que había visto en el Castillo Disney, enseñarles el dulce que me había traído de contrabando, o copiar la tarea que no solía hacer. Mi mayor preocupación era que alguien me saliera con el “córtalas para siempre” pero antes de la salida casi siempre llegaba el “pegalas para siempre”. Mi mayor ilusión es cuando algún viernes me habían autorizado llevar a mis amigos a comer a la casa. El menú deben imaginarlo. Las actividades: ir al parque a jugar kickball, bajar al estacionamiento a jugar foot, armar una guerra de boligomas con la cama de mis papás como trinchera. Cuando llegaban por el primer compañero, empezaba a ponerme triste.
Mis objetivos consistían en ganar en los deportes del recreo y el mayor reconocimiento ser capitán de algún equipo. Mis responsabilidades consistían en estudiar que los primero seres vivos en la tierra fueron los trilobites y el padre de la patria fue Don Miguel Hidalgo y Costilla. Mis tareas eran repetir sobre un cuadernillo cuadriculado planas y planas de la primera frase que allí hubiera.
El terror de mi infancia era entregar los “recados” a mi mamá. Pero aprendí a falsificar tanto los recados como las firmas en 4 de primaria. Justo a tiempo cuando empezaron a desfilar los reportes, abejitas tristes y demás monerías. Porque había descubierto que si no hacías la tarea no pasaba nada, salvo en aquella situación que la “miss” decidiera revisarla 1 por 1.
Mis enemigos eran los ñoños. Pobre de mi Cas, que en ese momento trabajamos en bandos distintos.
Lo peor que hice: saltar por una ventana para escapar del salón en 3° de primaria.
Lo mejor que hice: Una presentación acerca de las enfermedades de río con mi ayudante; una pelota con cara de fresa y una escoba que en conjunto hacían el personaje de Rogelia.
Lo más divertido: Las miniolimpiadas, los memories, las excursiones y la temporada de elección de planilla.
Lo más memorable: el primer día de clases cuando el Castor se acercó con Liliana para decirme: “nosotros podemos ser tus amigas”.
Lo más pinche: Cuando una maestra odiosa y pusilánime me reprobó en 5 materias sin dejarme hacer examen y de castigo, no me dejaron ir a la excursión de las pirámides.
Lo más gracioso: Cuando se me ocurrió muy oportuno eructar en pleno padre nuestro. Y así me fue.
Lo más inteligente: Descubrir que mi hermano tenía la misma letra que yo y lograr que supliera mis castigos. No debo…
En fin, que sólo me acordé y me dieron ganas de estar ahí un ratito, sin más ni menos preocupaciones de las que tengo hoy, pero en su debida escala.
Así que a falta de playera de Fossi y perro Fluppy. Me pondré la pijama al llegar a casa y jugaré con Pericles, no’mas por no dejar. Y a lo mejor pongo la sirenita ¡en la pantalla plana que no tenía entonces! Jajaja.
Tengan un excelente día y sonrían cuando se acuerden de su infancia. Casti y Caro, thanks for be there!