jueves, 17 de junio de 2010

Todo cambio es movimiento

...y e movimiento es para mejorar. Eso dicen por ahí. Hoy me achicopalé un poco por una noticia que me dio el Castor. No fue una sorpresa, yo era la primera en sospecharlo, sin embargo, no me cayó muy bien. Lo más probable es que en unos meses nos mudemos, o más bien, tengamos que mudarnos y no me gustó mucho la idea.

Me di cuenta que en realidad mudarnos no me molesta tanto, lo que me molesta es no ser enteramente dueña de mis circunstancias. Me molesta creer que un tipo puede amanecer con una epifanía y sacarme de un lugar que desde hace casi 2 años convertí en mi hogar. Me molesta que 1 sola persona pueda reaccionar estúpidamente ante un evento o acción de lo más simple y por eso decidir romper con todos mis esquemas y de alguna manera mi estabilidad. Me molesta estar sujeta al humor, circunstancias y poder de otra persona. Me molesta porque uno debería poder ser dueño de su futuro y al parecer, si no tienes el poder económico, político o social, es imposible serlo.

Cuando pienso en mudarme creo que puede ser para bien. Me imagino un lugar más bonito, que nos acomode más, donde no haya líos con lo coches y la gente. Que de alguna manera nos guste más por lo que sea. Y estoy contenta. Pero al pensar que el hecho de hacer este cambio, es una obligación consecuente de las ideas de un imbécil, me molesta muchísimo.

No me gusta pelear, y siento que el principio de este cambio implica pelear. Por causas buenas y justas pero igual pelear. No me gusta pensar que tal vez no tenga la sartén por el mango, y tal vez "el malo" pueda salirse con la suya, porque tiene lo que no tenemos, poder económico, político y social.

Creo que al final lo que más me molesta de todo esto se puede resumir en una oración. Es insoportable pensar que si eres una buena persona cualquiera tiene el poder de chingarte, pero no puedes ser una mala persona porque para serlo hay que renunciar a demasiadas cosas.

¿Y entonces qué hacer? Mientras tanto, tragarte la sarta de groserías que te encantaría proferirle al tipo, a los viene-viene, a los vecinos, etc. Jugar suficientemente bien las cartas, para que aunque no demuestres que tú tienes la razón, no perder nada en el camino. Buscar ese cambio para obtener algo mejor, y así saber que al final, efectivamente ganamos.

martes, 8 de junio de 2010

Consultar antes de una relación a largo plazo

Me encontré esto por el CaraLibro. Reordené un poco las ideas para que quedara de manera generalizada, para todo público, jajaja. La era de los príncipes azules y las princesas de porcelana quedó atrás. Además de que esos personajes en realidad eran unos desgraciados detrás de cámaras. Ahora puedes encontrar una persona cuasiperfecta y dentro de la relación ayudarse mutuamente a ser mejores. ¿Pero esto logrará que sea perfecto para ti o debes seguir buscando?

“Tengo amigas que dicen haber sabido con quien se iban a casar desde el momento en que vieron al amor de su vida.”1 “Por ejemplo Fernanda, que se casó con su novio de la secundaria. Digamos que donde puso el ojo puso la bala.”1


Hay personas que tienen una pareja por años pero realmente no saben si es la persona indicada para ellas. “Por ejemplo Tania, que lleva 2 años con su novio, ya se quiere casar, pero se la vive quejándose de él, a veces notas como ella se apena de sus actitudes o como hablan de planes de vida como si no se conocieran.”1 Para otras personas resulta fácil notar que son poco compatibles y que quizá no sea su persona ideal, pero para ella no está tan claro, vive demasiado acostumbrada a esa relación y le urge casarse. (WTF?!?)

Fernanda asegura que para casarte tienes que estar completamente segura y enamorada al máximo, que no puede haber la mínima duda. “Yo pienso que ese es un extremo, que ojalá nos pasara así a todos. Pero para los que no vivimos en ese cuento de hadas, a veces es importante plantearnos ciertas preguntas difíciles antes de comprometernos seriamente con una persona.”1 Aquí algunos signos que, según la autora, pueden mostrar que no es la persona indicada y que habría que cuestionar cuando hay duda en la relación.

- Tienes una lista de cosas que quieres que deje de decir, hacer o usar. No hay parejas perfectas, pero lo cierto es que podemos vivir con los defectos de algunas personas y con los de otras no. Si estás saliendo con alguien y sus defectos destacan más que sus cualidades o te provoca vergüenza ajena entonces quizá no sea la persona adecuada para ti.

- No te sientes atraída. Puede que le tengas mucho cariño pero si físicamente no te atrae quizá a largo plazo no sea una buena elección de relación. Es bien sabido que con el matrimonio es todo un reto mantener viva la pasión, pero si no existe desde ahora entonces estás en problemas.

- Evitas el conflicto a costa de lo que sea. Discutir es sano para las relaciones. La comunicación no tiene que ser siempre tranquila y perfecta. Cuando estás en una buena relación te puedes dar el permiso de pelear porque al final sabes que hay una línea de respeto y comprensión mutua que no se romperá. Las discusiones sirven para mejorar la relación. Ignorar los problemas no significa que no existan.

- Cuando estás triste no buscas apoyo en él/ella. Cuando no te sientes bien, tienes ganas de que te apapachen o sólo te escuchen y te entiendan, pero no te atreves a mostrarle tus sentimientos por miedo a que se aleje o se enoje entonces quizá no es la persona correcta. Si alguien está dispuesto a comprometerse estará contigo aun en tus momentos a la baja. “En las buenas y en las malas.

- Sus metas y planes de vida a largo plazo no concuerdan. Tú quieres hijos, él no. Tú quieres vivir en el campo y ella en la ciudad. Tú eres muy unida a tu familia pero no tiene interés en conocerlos o tratarlos. Hay cosas en las que se puede negociar, ceder, pero hay ciertas cosas que te definen como persona que no estás dispuesto a sacrificar. Si tu pareja no comparte esas cualidades contigo entonces es posible que no sea la persona de tu vida.

- Crees que no será un buen padre. Si tú quieres tener hijos, pero no ves material de papá o mamá del otro lado, no crees que pueda ser alguien cariñoso o piensas que es incapaz de ser económicamente responsable, entonces es un claro signo de que no es para ti. Acuérdate que la responsabilidad ahora, en todo, es de los dos.

Recuerda que la gente puede ser mejor, pero uno no cambia. No puedes estar con alguien pensando que va a cambiar. Si hay cosas esenciales para ti que esa persona no tiene entonces quizá sea buena idea seguir buscando.

1 Seis Grados - Eugenia Correa

miércoles, 2 de junio de 2010

La apestosísima vida laboral

Hace días que traigo una bronca en el trabajo. No es el clásico problema del jefe, o de los compañeros, no es que esté atascada de chamba o estresada, no es nada común. Aunque a lo largo de estos días me he dado cuenta que es más común de lo que creía.

El problema es que una empresa quiere exigirte que des lo mejor, que trabajes en equipo, que cumplas tus responsabilidades y ahí entre tus ratos libres aportes valor agregado al negocio. Si no, te puedes ir con tu cajita de sopresas a otro lado. Porque claro, la situación está que arde y ahí del imbécil que se atreve a renunciar a su chamba en busca de algo mejor, en estos tiempos... ¿Pero qué pasa con las responsabilidades de la empresa? ¿Qué pasa con su trabajo en equipo? ¿Con su valor agregado? Muy sencillo, ellos no lo dan. Ahora la empesa no se responsabiliza por su trabajadorresponsabledevaloragregado. Ahora se lavan las manos y dicen que una agencia va a responder por ti, porque sale más barato.

Finalmente resulta que la agencia te dice: "No, yo no puedo responder por ti porque tu en realidad eres empleado de la otra empresa, yo nada más te administro". Como diría Cafe Tacvba: ¿Y entonces dónde quedo yo? Pues en la tierra de nadie. Si te acercas a uno este te mandara con el otro y viceversa, haciendo un círculo vicioso que nunca acaba. Me acerqué con amigos y me dijeron: "así es ahora, hay que aguantarse", me acerqué con un abogado y me dijo: "así nos las gastamos los abogansters" me acerqué a los compañeros de trabajo y me dijeron: "al menos tienes chamba" me acerqué a la familia y se fusilaron la línea de los compañeros de trabajo. Al final el mensaje fue: "ni te quejes, porque afuera hay más jodidos que tú".

Yo me pregunto, ¿Es ese el tabulador para decidir cuan feliz o agradecido debes estar? Quiero decir, si me atropella un micro y me rompo un pie, será mejor que no me queje, porque hay alguien que ni siquiera tiene pie; o puede venir algún vecino a decirme que otro atropellado se murió, así que mejor agradezco que el micro nada más me dejó tullida. ¿Que tal si dejo a un lado los ejotes del mole de olla porque no me gustan? también debería ponerme a pensar que los haitianos o los chilenos no tienen que comer y agradecer por tragarme unas pinches verduras verdes que ni me gustan. Y así sucesivamente. Claro, yo debería estar saltando de la emoción. Si un limpiaparabrisas viviera un día de mi vida se sentiría en el paraíso ¿no? ¿es la idea? y si yo viviera un día en la vida de un empresario de Dubai, también estaría en el paraíso ¿no? Pues no.

Cada quien tiene sus broncas y sus días felices muy acordes a su estilo de vida. Hay gente que es feliz comiendo tapioca y no por eso me debo poner a comer tapioca. Yo, con todo lo arrogante y estúpido que me han hecho creer que suena, merezco algo mejor. Merezco algo mejor porque me he esforzado por ello, porque cada vez que quise algo me puse a trabajar para conseguirlo, porque sé lo que es trabajar sábados y domingos por 3 pesos con tal de tener algo tuyo, porque veo que el de al lado tiene más que yo y en realidad nos partimos igual la madre. No quiero que le den menos, quiero que nos retribuyan el esfuerzo por igual. Así como es malo sobrevaluarse es malo subvaluarse, y yo no valgo menos como para que me den menos por hacer exactamente lo mismo que otros. Mucho menos estoy dispuesta a recibir un trato peor o menos derechos/privilegios que otros, no si en realidad estamos al mismo nivel. Y si no hubiera ningún comparativo, igual exigiría más, porque en realidad creo muy al Palacio de Hierro, que lo valgo.

Por eso hay tantas injusticias, por conformismos, por fracesitas como: "antes di que tienes", "agradece, que hay peores", "la cosa está bien difícil, ni le muevas", etc. Se han puesto a pensar qué pasaría si en vez de tener a 3 fulanos atrás de ti pidiendo menos que tú y ofreciendo hacer más, ¿fuera al revés? Que tal que te entrevistan y pides 10 pesos por hacer 10 cosas, y el de atrás pide 11 por las mismas 10 y el de atrás 11 por 11. La empresa ya no podría decir: "tranquilo, deséchalo que hay mil que quieren su chamba por mucho menos". No. Ahora tendría que valuar si le conviene más pagar un prospecto de 11 para que haga 11, o 10 por 9 por que está más especializado, o 10 por 10 porque es lo justo y no hay más barato. Pero no, ahora estar capacitado y especializado es un handicap. Ya ni siquiera se arriesgan a ofrecerte una cantidad, simplemente te desechan por estar sobrecalificado. Si no tienes ese valor agregado no importa, habrá ofertas pero claro, de 3 pesos porque eso es lo que vales sin especialidades, sin capacidades extra. El dilema de Shakespeare cambió a "saber o no saber". El mundo ha orillado a la vida laboral ha ser un sandwich sin jamón. Sí, es la mejor analogía. Antes podías ser la tapa de abajo cuando empezabas a adquirir experiencia, luego podías ser el jamón, luego con alguna especialidad o experiencia en cargos más altos podías ser queso y finalmente la tapa de arriba. Esa era la carrera. Ahora puedes ser la tapa de abajo o la de arriba. Si sabes mucho, lo mejor será que tengas buenos contactos para poder ser la tapa de arriba. Si no, hay de 2: Saber mucho y aún así ser la tapa de abajo o saber poco y seguir siendo la tapa de abajo por siempre.

Yo no sé a qué bestia ni en que ridículo momento se le ocurrió que, cómo lo cosa está difícil no merecemos lo mejor. No señor, merecemos lo mejor. Sobre todo cuando te partes el alma para obtenerlo. Yo Verito Lopez Tomate ha pesar de las frases trilladas y el miedo generalizado a soltar una rama para agarrar otra, me niego a ser la tapa de abajo y me niego rontudamente a comer tapioca.