El castor siempre dice que en mi familia lloramos por todo, y tiene mucha razón. Lloramos por alegrías, tristezas, enojos y frustraciones. Lloramos casi por cualquier tipo de emoción que pase la línea que te hace sentir un ligero hormigueo en el cuerpo, como bien dice Maxito, cuando te hierve la sangre. Es extraño, pero cada 31 de Diciembre amanezco muy contenta y al paso de las horas la nostalgia me invade completamente. Siempre es un día de balance. ¿Qué hice? ¿Qué logré? ¿Qué dejé ir? ¿Qué perdí?... y la parte más difícil es siempre ¿Qué voy a hacer? ¿Qué quiero lograr? ¿A dónde me dirijo?
Hoy, regreso la mirada a esa cena en la presa en donde hicimos propósitos y en donde esperábamos con emoción al año que hoy termina. Hicimos planes, pedimos deseos y comenzamos un nuevo ciclo, pero lo más importante es que hicimos una promesa: Volver a reunirnos a pesar de todo el 30 de diciembre de 2010, y aunque fue el único de los propósitos que cumplimos (fail!) creo que fue el más importante, pues seguir en el camino nos da “tiempos extras” para poder cumplir lo que dejamos inconcluso, retomar lo que abandonamos en el camino o replantear aquello que hoy ya no es válido.
Con baches y con ausencias temporales, me da mucho gusto que sigamos aquí, y el motivo de mi nota sentimentalista del día es sólo darles las gracias por seguir aquí aún con todas las imperfecciones de este castor enamorado que son muchas, agradecerles que sean parte de esta aventura y sobre todo, recordarles que las quiero muchísimo y que estaré aquí para ustedes con dos grandes orejas para escucharlas, un hombro cuando necesiten apoyarse, fuerzas para superar los baches y muchos gritos para celebrar los éxitos que vienen.
Felicidades:
a) A Marlene por su magnífica boda y su increíble matrimonio
b) Al Casti, la Tocaya, Carito y la Mitch por sus logros laborales
c) A la Rache por regresar al DF después de tanto intento
No les deseo sólo lo que les hemos dado ya simbólicamente en las cajitas, les deseo también retos que las hagan crecer, oportunidades que aprovechar y valor para salir adelante.
Hoy es día de decretar, así que ¡a darle átomos!
Las quiero mucho... ¡venga 2011!
viernes, 31 de diciembre de 2010
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Mejor no pudiste decirlo. Excelente. Yo este año estoy corta de palabras. No me viene la inspiración de otros tiempos para hacer el recuento de los daños, compartir nuevos propósitos o mandar nuevos deseos. Tengo muy claro lo que hice y lo que quiero ahora para todos, que encontremos lo que nos haga felices y sepamos no dejarlo ir. Si ya tienen algo, no lo dejen ir, y sobre todo vayan en busca de otra cosa, porque la vida sin ilusiones da flojera. Las personas, los ideales, incluso las cosas como nuestro amado Wii y mi guitarra nueva, nos pueden hacer inmensamente felices, pero lo fantástico es cómo te la pasas mientras consigues lo que buscas y lo ideal, saber quedarte con ello. Además de esto, lo único que quiero y aprecio al igual que mi Castor, es que en ese camino siempre sigamos juntas. Casti, yo te felicito porque eres como la abuela de esta familia, aquel símbolo mágico que nos mantiene unidos y sin el que estaríamos desperdigados y perdidos, pero sobre todo, porque has hecho de mí un mejor Castor del que hubiera pensado y definitivamente el más enamorado.
ResponderBorrarLove you guys! y a darle átomos!