...y e movimiento es para mejorar. Eso dicen por ahí. Hoy me achicopalé un poco por una noticia que me dio el Castor. No fue una sorpresa, yo era la primera en sospecharlo, sin embargo, no me cayó muy bien. Lo más probable es que en unos meses nos mudemos, o más bien, tengamos que mudarnos y no me gustó mucho la idea.
Me di cuenta que en realidad mudarnos no me molesta tanto, lo que me molesta es no ser enteramente dueña de mis circunstancias. Me molesta creer que un tipo puede amanecer con una epifanía y sacarme de un lugar que desde hace casi 2 años convertí en mi hogar. Me molesta que 1 sola persona pueda reaccionar estúpidamente ante un evento o acción de lo más simple y por eso decidir romper con todos mis esquemas y de alguna manera mi estabilidad. Me molesta estar sujeta al humor, circunstancias y poder de otra persona. Me molesta porque uno debería poder ser dueño de su futuro y al parecer, si no tienes el poder económico, político o social, es imposible serlo.
Cuando pienso en mudarme creo que puede ser para bien. Me imagino un lugar más bonito, que nos acomode más, donde no haya líos con lo coches y la gente. Que de alguna manera nos guste más por lo que sea. Y estoy contenta. Pero al pensar que el hecho de hacer este cambio, es una obligación consecuente de las ideas de un imbécil, me molesta muchísimo.
No me gusta pelear, y siento que el principio de este cambio implica pelear. Por causas buenas y justas pero igual pelear. No me gusta pensar que tal vez no tenga la sartén por el mango, y tal vez "el malo" pueda salirse con la suya, porque tiene lo que no tenemos, poder económico, político y social.
Creo que al final lo que más me molesta de todo esto se puede resumir en una oración. Es insoportable pensar que si eres una buena persona cualquiera tiene el poder de chingarte, pero no puedes ser una mala persona porque para serlo hay que renunciar a demasiadas cosas.
¿Y entonces qué hacer? Mientras tanto, tragarte la sarta de groserías que te encantaría proferirle al tipo, a los viene-viene, a los vecinos, etc. Jugar suficientemente bien las cartas, para que aunque no demuestres que tú tienes la razón, no perder nada en el camino. Buscar ese cambio para obtener algo mejor, y así saber que al final, efectivamente ganamos.
jueves, 17 de junio de 2010
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