Hoy voy a sacar mi estrés aquí, no el laboral si no el emocional. Todavía me sorprendo reaccionando ante cosas que creo no me deberían afectar. La pregunta; ¿porqué todavía lo hacen?
No parece, pero mi vida se ha vuelto muy complicada en los últimos años. Salí de casa de mis papás, hice el primer compromiso de pareja a largo plazo, cambié de trabajo, me cayeron muchos 20s y acepté muchas cosas que antes no había hecho. Cambié mi modus vivendi, operandi, y cualquier otro modus que se les ocurra, hasta el punto que los amigos más antiguos y cercanos, compartieron la opinión de que era una persona diferente. Mejor, mucho mejor, pero totalmente distinta.
Para personas como yo es peligrosísimo estar solas. "Es evidente que la soledad resulta peligrosa para las mentes que piensan demasiado... Cuando permanecemos solos durante mucho tiempo, poblamos de fantasmas el vacío". No hablo de "sola con mi soledad" si no de sola con mis ideas, con mis pensamientos. Un asunto en el trabajo ha tenido el tino de sacar lo peor de mí, situación que hace que reaccione, ante otras cosas, de manera mucho más visceral e inconsciente. No recomendable.
Ahora que veo Las Aparicio, me he quedado pensando mientras pienso, y sobretodo me he transportado al pasado, aunque no a los mejores días. Eso revuelto con las situaciones presentes; el estrés del coming out con mis padres para poder empezar a vivir transparente, el estrés del trabajo y la punta de estupideces que han hecho en este mes, el estrés de la lana para lograr tantos proyectos futuros, el estrés diario de la ciudad entre el tráfico, los viene viene y el caos intermitente, el estrés de la falta de tiempo para absolutamente todo lo que debería hacer, me tienen, digamos, loca. De esa loca que quisiera convertirse en un guerrero vikingo y matar dragones a espadazos sin fijarme quien es amigo de quien. Nada más ZAZ! espada, golpe, adrenalina y... silencio.
Con la novelita esta que se me ha hecho vicio, me he dado cuenta que he encarnado a casi todos los personajes que presenta.
He sido la novia del wey que odia a mi "mejor amiga" porque cree que somos más que amigas, he vivido los panchos, las jetas, las insinuaciones.
He sido la amiga que odia al wey porque en realidad quisiera que no fuera mi amiga nada más y además creo que es un pendejo.
He sido el wey que ve como la novia se le va sin poder hacer mucho porque es más pendejo que consciente y porque la atracción entre los otros es irrefrenable. He sido todo el triángulo amoroso.
He sido la esposa que idelaiza al marido pensando que no puede haber mejor persona y cuando sucede una tragedia se da cuenta que era un hijo de puta. He sido la que hace corajes mientras descubre como le vieron la cara día tras día y hasta año tras año mientras lo defendía y escribía cartitas de amor.
He sido la mujer liberada que se desquita tirándose a media ciudad, haciendo como que no siente mientras siente.
He sido la chavita mocha (aunque no ha ese grado) que se esconde tras una fachada defensiva para no arriesgarse a que le den en la madre.
He sido hasta la abuela, tratando de proteger a los demás, de cuidarlos para que no la caguen igual que yo, sin poder lograrlo siempre porque existe el libre albedrío.
He sido el wey que cree tener la sartén por el mango y lo pierde todo por un berrinche.
Y el punto es, que no puedo mirar eso y hacer como que no pasa nada. Cuando está el Cas no puedo pensar en otra cosa, pero cuando no está la cabeza se me va. Me acuerdo de mis estupideces y me siento culpable, me acuerdo de las estupideces de los otros y me da coraje, y me pregunto si así somos todos, o es que yo no puedo cerrar un libro sin volverlo a hojear de vez en vez esperando que cambie la historia.
Por ahora, sólo un Castor, una presa y una mantita de vaca, pueden protegerme del aguacero.
miércoles, 19 de mayo de 2010
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Los amores del pasado deben conservarse como recuerdos, buenos o malos, pero no como posibilidades: lo que hubiera pasado si... y si un día... Cualquier cosa que en realidad no fue o no es en este momento no nos enriquece sólo nos angustia.
ResponderBorrarEl pasado nos ha llevado a ser lo que hoy somos, pero hoy tenemos la posibilidad de decidir qué clase de pasado queremos que sea este presente en el futuro.Somos lo que queremos ser y no serlo también es nuestra elección. El pasado debe usarse como rampolín, no como sofá.
No llenes vacíos con fantasmas del pasado, llena esos espacios en blanco con planes, metas e ilusiones para el futuro; definitivamente, hay muchas más probabilidades de que puedas hacer algo al respecto.
Hoy hemos empezado a construir un futuro, hoy tenemos un pasado mutuo y uno independiente que nos ha traido aquí, al único momento del que tenemos certeza que existe: el presente.
Sólo me queda agregar que te amo de una manera única que me hace sentir increíblemente viva, que me haces querer ser una mejor persona, que soy inmensamente feliz contigo y que espero poder hacerte sentir igual de bien, de tranquila y con ganas de despertar un día más conmigo cada día, con la curiosidad de averiguar hasta dónde podemos llegar... "Porque en un mundo que va a la velocidad del rayo aguanto el vuelo más si me agarro de tu mano, acompáñame hasta donde pueda llegar (...) el mérito está en no quedarme en el intento(...)"